Con 3:55 por jugar en el tercer cuarto los Texans se encontraban al frente de los Browns 26-7. En jugada de tercer down y 12 yardas por avanzar desde su propia 23, Baker Mayfield encontró a su receptor novato Antonio Callaway cerca de la media cancha. El novato se escapó de un tackleo y siguió su avance para escaparse por la banda izquierda. Era un TD seguro. Los Browns, con todo un cuarto por jugar estaban en el partido. Pero fue entonces cuando apareció un novato con una jugada que perfectamente sirve para ilustrar lo que es la entrega y ética de trabajo de los Texans. La jugada fue realizada por un novato, una jugada que confirma la mentalidad de este equipo y coloca a los Texans entre los verdaderos aspirantes al titulo esta temporada.

Callaway entraba a la yarda 15 cuando empezó a celebrar lo que hubiera sido su cuarto TD de la temporada. Pero al tomar un pasó más, el novato de los Texans Justin Reid lo sorprendió con un takleo y golpe para forzar un balón suelto. El balón fue recuperado en la zona de anotación por Aaron Colvin y con esto la amenaza de los Browns fue anulada. Reid es un novato inteligente. Es un tremendo atleta. De hecho en la jugada corrió 69 yardas para alcanzar a Callaway uno de los más veloces de Cleveland. A pesar de que le llevaba unas cinco yardas de ventaja, Reid lo alcanzó. Nunca se dio por vencido en la jugada, a pesar de que el TD era prácticamente un hecho. Reid prácticamente le arrancó siete puntos de las manos de los Browns. Cleveland anotaría un TD mas tarde en el partido pero esta fue la jugada que verdaderamente mató las esperanzas de los Browns.

Esta jugada es de la misma manera un reflejo de la temporada de los Texans. A pesar de todas las expectativas entrando a la temporada el equipo tropezó y fácilmente pudo haber tirado la toalla después de tres derrotas. Dentro de todas las críticas, la conversación era de cuantos perderían su trabajo. Pero el equipo no se dio por vencido, reaccionó y le arrebató el balón a lo que era prácticamente otra temporada en la que el equipo parecía sentenciado a otra temporada de decepción.

Esa reacción se ha dado gracias a un juego terrestre de confianza, un Deshaun Watson eficiente y decisivo que con el mejor receptor de la liga DeAndre Hopkins, ha enlazado jugadas y recepciones espectaculares para superar las defensas rivales. De la misma manera, el cuadro defensivo ha robado balones de manera impresionante. Actualmente, en la racha ganadora el equipo se encuentra en diferencia positiva de más 10 en lo que se refiere a balones robados. Hemos visto lo que esperábamos de JJ y Jadeveon. Inclusive McKinney y Cunningham han jugado al nivel anticipado. Ahora con temporadas como las que hemos visto de Reid y Tyrann Mathieau, Kareem Jackson y el veterano Jonathan Joseph los Texans han alcanzado un nivel dominante. Especialmente en contra del juego terrestre. En los últimos ocho partidos, los Texans han permitido menos de 16 puntos por partido.

Aun cuando todo parecía perdido, este equipo nunca se venció. Juega siempre hasta el silbato y siempre con una entrega impecable. Es momento de creer en este equipo. Sigan todos el ejemplo del novato. Nunca es muy tarde.

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