Gustavo Rangel
RUMBO (www.RUMBOtx.com)
El nuevo entrenador de los Houston Texans, Bill O'Brien, no perdió tiempo en armar a su cuerpo técnico y luego de ver la lista es obvio que es gente de su confianza con la que espera cambiar el rumbo de los Toros.
El fresco comienzo de los Texans se ve prometedor porque es evidente que los entrenadores que llegan al equipo de O'Brien lo hacen con hambre de triunfo.
La oportunidad que se les presenta de trabajar en el mås alto nivel es una que no pueden desperdiciar y seguramente exigirån a lo måximo a los jugadores para obtener los resultados que se buscan.
La decisión de O'Brien de traer a su gente a esta nueva aventura tiene la ventaja de que no tendrå que perder demasiado tiempo en acoplarse a diferentes entrenadores ni ellos a él, y eso le ahorrarå mucho tiempo y dolores de cabeza.
Su sistema también serå mås fåcil de implementar porque sus entrenadores asistentes ya lo conocen.
O'Brien ha estado muy ocupado y no dejarĂĄ de trabajar en los prĂłximos meses ya que a la vuelta de la esquina se encuentra el Draft Colegial y la oportunidad de hacer transferencias en el mercado de la agencia libre.
El nuevo timonel ha dicho que el actual plantel de los Texans es muy talentoso, dando la indicaciĂłn de que una gran parte del equipo tendrĂĄ la oportunidad de reivindicarse.
Sin embargo, serå vital que los jugadores que rindieron por debajo de su nivel la campaña pasada muestren una actitud diferente y seguramente en entrevistas de uno a uno con O'Brien surgirån preguntas fuertes para determinar si estån comprometidos con el nuevo proyecto.
O'Brien sabe que el margen de error es mĂnimo porque este cambio no se hizo con la intenciĂłn de sĂłlo de reconstruir sino con el propĂłsito de volver a ser competitivos y regresar a los Playoffs.
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